

Ese es el instante en que tomás por completo el control de todos tus movimientos moleculares, quimicamente inducidos por tu metabolismo excento de insectos con alas que alteran el equilibrio vital de la armonía de tu vida.
Ese es el momento en que te reencontrás con tus fronteras y tus límites, tus aduanas intactas y un ejército de efectivos gendarmes abstractos que se disponen a cazar mariposas al primer intento de usurpación.
Ese es el instante en que te sentís libre como antes, pero con una dosis extra; los hilos de la marioneta de tu cuerpo alterados por las oleadas ventosas del alar "maripozesco", ya cuentan con tu conducción rigurosa.
Ese es el momento en que te volatilizás con la misma capacidad de suspenderte por encima del suelo y danzar con el viento, pero sin depender de aquella maquina productora de orugas empecinada en colonizarte.
Bienvenido a "ese instante", que es solo eso...
Un instante que comienza a acabarse...