Suavemente y casi de manera espontánea, natural y con ciertos movimientos rítmicos comienzo a despojarme de tus huellas digitales que olvidaste o retuve en mi piel y por ahí.
Mis manos parecen reconocer cada jeroglífica huella identificatoria tuya, y con cierta fluidez se deslizan despegando una a una.
Mis yemas encuentran una especie de sensibilidad particular mientras inmersas en su objetivo, no ofrecen resistencia alguna al despojo.
Así. Simple,casi al compás de una melodía ténue,de densidad marcada, lineal,al unísono de sus acordes, te desprendo con libertad. Con la libertad "mas libre" sentida alguna ves...
Mi boca saborea cual último instante de permanencia de un intenso y envolvente sabor, dulcemente corpóreo con presencia y consistencia inconfundibles que conquistan cada rincón...
Ese último instante de vida de este sabor, nunca más lejos de la muerte agoniza por el paladar hacia el ocaso de un nuevo amanecer...